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Roberto Ruiz -1º ESO-

La puerta





Para dar comienzo a mi historia desde el principio, diré que nací (según me han dicho y yo lo creo) un viernes a las doce en punto de la noche. Y cosa curiosa, el reloj comenzó a sonar y yo a gritar simultáneamente.



Teniendo en cuenta el día y la hora de mi nacimiento, la enfermera y algunas comadronas del barrio (que tenían puesto un interés vital en mí varios meses antes de que pudiéramos conocernos personalmente) declararon : primero, que estaba predestinado a ser desgraciado en esta vida, y segundo, que gozaría del privilegio de ver fantasmas y espíritus. Según ellas, estos dones eran inevitablemente otorgados a todo niño (de un sexo u otro) que tuvieran la desgracia de nacer en viernes y a medianoche.



Nada más nacer me llevaron a casa de mí tío. Era una pequeña casa, casi en ruinas. El trabajo de mi tío era cortar leña con una motosierra, había estado en una guerra y le faltaba un ojo, llevaba un parche. Estaba todo el día en el garaje cortando leña. A mí me trataba como a un perro desde que mi madre murió en el parto y no sabemos quien era mi padre él era el único que me quedaba.



A lo largo de mi vida no me pasó nada interesante. A los 25 años por fin me marché de casa de mi tío. Me fui a vivir a una gran ciudad llamada Manhattan a un pequeño piso, era mas pequeño que la casa de mi tío, pero por lo menos no estaba en ruinas. Debajo de mi piso había una pequeña discoteca y casi todas las noches tenía que dormir con tapones en los oídos. Después empecé a trabajar en una librería cercana, el trabajo era fácil ya que en este tipo de ciudades 1 de cada 100 personas se ha leído 1 solo libro en toda su vida.



El dueño de la librería era un señor bastante extraño, le tenía que llamar Jeff. En la librería había una puerta vieja y verde, Jeff decía que estaba totalmente prohibido pasar, bueno para mí no era una cosa muy importante, pero sinceramente ¿a quién no se le pasaría por la cabeza entrar ahí?; es decir, si un señor extraño de una librería en la que no entra casi nadie tiene una puerta verde misteriosa y no entras, es que eres de corcho.



Hoy, nada más levantarme, sabía que era el día de atravesar en esa puerta por dos razones ayer mi jefe tuvo una fiesta y debió de llegar muy tarde a casa, por lo que me da el tiempo para entrar. Lo sé porque salió un poco antes del trabajo para llegar con tiempo a dicha fiesta y me dio el manojo de llaves para cerrar, lo que me daba la forma de entrar.



Nada más llegar cerré la puerta con llave y abrí la puerta verde, al entrar di a un pequeño interruptor para encender la luz y delante de mí había una puerta de hierro con contraseña de 5 cifras, pensé en que contraseña podría tener mi jefe y rápidamente pensé que podría ser la típica contraseña 1, 2, 3, 4, 5 pero luego me pareció una bobada, a pesar de todo lo intenté… y justo esa era como no. ¿Para que la gente se gastará tanto dinero en este tipo de puertas si luego ponen contraseñas estúpidas?



Bueno ahora estoy más animado, si simplemente fuera un estúpido almacén con revistas xxx esto hubiera sido una pérdida de tiempo. Se abrió la puerta lentamente y al encender la luz aquí se encendió en toda la habitación. Era un laboratorio me lo recorrí entero, estaba lleno de tubos y líquidos de colores. Al final del todo me encontré  dos objetos que parecían unas neveras tumbadas era como una nevera utilizada de cajón. Abrí la primera y no se podía ver nada porque lo que hubiera ahí dentro estaba tapado por un líquido rojo con agua. Quise suponer que no sería sangre, metí la mano dentro de la bañera y encontré un cuerpo humano mutilado en el que estaban separados del cuerpo los brazos la cabeza y las piernas era una mujer, al buscar en el la otra nevera encontré algo similar pero esta vez era el cuerpo de una niña de unos 7 años.



Nada mas verlo cerré las 2 neveras fui corriendo hasta la puerta de metal la cerré y metí las llaves en la cerradura de la puerta verde, pero nada más meterlas oí como rompían el cristal de la librería, entonces saqué la llave del cerrojo y me quedé escuchando sin salir de ese pequeño espacio que había desde la puerta metálica a la puerta verde, oí el sonido de la caja abriéndose robaron todo el dinero. Cuando estaban a punto de irse me di cuenta de que eran dos personas ya que oí como una le decía a la otra:


-Te has fijado en esa puerta verde tan extraña. Y el otro respondió:


-No, entremos.



Nada más oír eso intenté abrir la puerta metálica, pero no me dio tiempo, rompieron la puerta y me encontraron, al verme uno me apuntó con una pistola y me dijo:


-¿Que hay ahí dentro?


Yo no sabía qué hacer. El otro dijo:


-Abre esa puerta ahora mismo.


Yo la abrí, se metieron dentro y mientas uno me seguía apuntando el otro estaba inspeccionando el laboratorio, llegó a las neveras y abrió una de ellas al ver lo que había dentro, chilló con un grito bastante femenino y llamó a su amigo que fue a donde él estaba rápidamente.



Ese era el momento de escapar, salí y cerré la puerta con llave sin hacer el mínimo ruido. Me acerqué al teléfono para llamar a la policía pero cuando estaba por mitad de camino mi jefe entró por la puerta, me preguntó:


-¿Qué coño ha pasado aquí, eh?


Yo respondí:


-Nos han intentado robar Jeff.


Él dijo:


-¿Quién, dónde está?


Ahora tenía un serio problema, ya que no podía decirle que e había conseguido encerrarles en el cuarto de la puerta verde o sabría que había visto lo de la mujer y la niña, tuve una idea, le dije:


-Robaron mientras me apuntaban con una pistola y se fueron. El cogió su móvil y llamó a la policía.



Cuando la policía llegó tuve que responder a unas cuantas preguntas mientras que otro policía buscaba huellas, de repente el policía que buscaba huellas llamó sobresaltado al otro ya que las huellas entraban en la habitación de la puerta verde y no salían. Mi jefe se dio cuenta estaba muy nervioso pero le obligaron a abrir la puerta, cuando le abrieron encontraron a los dos ladrones y a los cuerpos.



Hoy yo tengo que ir a dos juicios para testificar por un robo y dos asesinatos. Desde mi nacimiento ya sabía que mi vida no iba a ser fácil.

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